Fuente: http://rafapal.blogspot.com/2006/04/falcon-crest-dallas-v-y-la-manipulacin.html
Muchos recordaréis los pleitos de muchos ciudadanos norteamericanos contra la industria tabacalera en los que pedían sumas millonarias por no haberles advertido de que introducían elementos adictivos y cancerígenos. No sé si muchos recordaréis que, al calor de toda esa información, salió a la luz que las compañías tabacaleras habían dado fuertes sumas de dinero a los estudios de cine, durante los años 30, para que las estrellas de Hollywood aparecieran fumando en las películas. Es decir, que las poses de Humphrey Bogart, Lauren Bacall y tantos otros actores, y que indujeron a pensar a tanta gente que fumar era algo “seductor”, fueron un ejercicio de manipulación mental de las masas. Como ya comenté hace días, el uso de los medios de comunicación para la manipulación mental es algo habitual desde, como poco, los años 30; el famoso ensayo de Orson Welles y su programa radiofónico sobre “la Guerra de los mundos” fue estudiado por la Oficina de Propaganda que más tarde se convertiría en la CIA, y que se nutriría de psicólogos y sociólogos “fichados” de la Alemania Nazi. (Ayer salieron unos documentos que prueban que esa oficina ha funcionado en el tema de la justificación de la guerra de Irak).
Hace ya algunos años que me enteré (ya no me acuerdo donde lo leí) que la serie “Falcon Crest” -me imagino que la emitieron en todos los países- fue pagada con fondos de la oficina de promoción de California y, más en concreto, por la pujante industría vinícola. Quien recuerde la serie, se acordará de que el “culebrón” giraba en torno a unos viñedos y las trifulcas familiares por sus enormes beneficios. Si uno repara en que, por aquella época los vinos de California trataban de hacerse un hueco en un mercado dominado por los vinos europeos, se dará cuenta de que la casualidad no existe...
Cuando empecé a comprender todas estas cosas, empecé a ver series como “Dallas” desde otra perspectiva. Las correrías de la familia de petroleros Ewing empezaron a resultarme familiar. Dallas es la capital económica de Texas, feudo de la familia Bush, que, además de a la banca (el abuelo Prescott Bush fue, además de fundador de Brown and Root, más tarde Halliburton, cuyo penúltimo dirigente fue el vicepresidente Dick Cheney, y que tan pronto construye aeropuertos para los narcos colombianos como contrata mercenarios en Irak, banquero de Hitler), se ha dedicado al negocio del petróleo desde principios del siglo XX. Tanto George Bush senior, como George Bush junior han dirigido empresas petroleras, con distinta suerte. Dallas, la ciudad donde se desarrolla toda la siniestra trama del culebrón, fue también la ciudad donde asesinaron a John Fitzgerald Kennedy, un asunto en el que, según bastantes testimonios, estuvo envuelto George Bush senior, por aquel entonces, un joven agente de la CIA, que más tarde acabaría dirigiendo la central de espionaje, en los años ochenta... Cuando se emitía Dallas, por cierto.
Curiosamente, hace poco, Spielberg realizó un “remake” de “La Guerra de los Mundos” (todavía no la he visto) y ahora anuncian que Jennifer López y John Travolta van a protagonizar la versión cinematográfica de la serie Dallas. (A Jennifer la veo muy bien como Sue Ellen, pero el bueno de Danni de Grease, haciendo del malvado JR Bush..., no sé).
En España por lo menos, anuncian ahora la reposición de la serie “V” (curiosa también la coincidencia con “V, de Vendetta”), ya sabéis, aquella en la que la Tierra estaba gobernada por lagartos... Otro día os cuento lo que opina el investigador David Icke, ex de la BBC, y uno de los “killer” de la información en Internet...
El caso es que, cuando uno sabe una serie de cosas, empieza preguntarse el porqué de las series y de las películas. ¿Qué efecto tiene sobre nuestras mentes el cine que vemos y las series de televisión? Seguro que ELLOS, que lo llevan estudiando más de ochenta años, lo saben muy bien.
A mi modo de ver, algo que asimilas como FICCIÓN, a través del cine, queda catalogado como tal en nuestro disco duro. De manera que ya no te vas a creer que pueda existir una familia tan mala como los Ewing... Así que, si quieres que alguien no se crea algo, HAZ UNA PELÍCULA y a la gente le parecerá imposible que algo, como “Los hombres de negro” (basada en los Delta Force) pueda existir....