lunes, 8 de noviembre de 2010

Despertar de la consciencia, experimento "masa critica" y La Cuarta Dimensión.


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Yo Visite Ganimedes

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CA PI T U L O IX
La Cuarta Dimensión

Debo advertir que resulta muy difícil tratar de explicar fenómenos, o hechos, correspondientes a un mundo de cuatro o más dimensiones, con el lenguaje corriente estructurado por un mundo en que sólo se conocen tres. Pero ya que no tenemos otro, sigamos adelante. El genio investigador en algunos sabios modernos, como Albert Einstein entre otros de este siglo, ya han llegado a vislumbrar su existencia. Pero la principal dificultad estriba en que el método y los cálculos matemáticos se basan en leyes y comprobaciones correspondientes a la física de un determinado plano de la Naturaleza: El plano de la materia concreta, de la física en tres dimensiones... Y en los planos superiores al de la materia como la conocemos rigen otras leyes, existen nuevas fuerzas y la misma materia se nos presenta en nuevas formas, que en ciertos niveles puede llegar a confundirse con la energía. El concepto de la constitución atómica y molecular de la materia, que rige hasta ahora nuestra ciencia, no es un concepto absoluto, sino relativo, como todo en el Universo. Las teorías clásicas del átomo han tenido que ser modificadas, paulatinamente, a medida que se fue descubriendo la existencia, dentro del mismo, de partículas aún más pequeñas. Ya se vislumbra la presencia, en la materia, de corpúsculos o partículas tan infinitamente microscópicas como para ser menores, aún, que los protones, electrones y neutrones... Esto podrá acercar a nuestros físicos, más o menos pronto, a los linderos de esa cuarta dimensión. Pero no podrá solucionarse el problema hasta que no se encuentre los medios adecuados para su estudio, y se pueda comprender, primero, y trabajar después, en los planos de la Naturaleza que trascienden y dominan al más inferior de ellos, el de la materia física y concreta conocido por una humanidad que sólo cuenta con cinco sentidos en un mundo de tres dimensiones...

Esos otros planos, o dimensiones -pues los nombres importan poco-fueron conocidos, estudiados y comprobados, desde la más remota antigüedad, por determinadas "escuelas" o centros de enseñanza esotérica, que en diferentes épocas y lugares impartieron su instrucción, dentro de normas y disciplina muy severas, a grupos muy seleccionados, por la índole especial de los conocimientos y la necesidad imperiosa de entregarlos, solamente, a quienes llegaran a capacitarse y probar su idoneidad para ello. Porque el conocimiento de tales verdades, implica el desarrollo de nuevos poderes o facultades que, de estar en manos inexpertas o inmorales, podrían ocasionar verdaderos cataclismos. El dominio absoluto de la Materia y sus relaciones íntimas con la Energía, dentro de los infinitos límites del Cosmos, sólo pueden ser obtenidos por quienes, a través de una larga evolución, hayan alcanzado los más altos niveles morales, intelectuales y mentales, para no hacer mal uso, en ninguna parte ni en ninguna forma, de esos mencionados poderes, que van implícitos en cada una de las grandes verdades ocultas en los diferentes niveles, planos o dimensiones en que se divide el universo físico y su contraparte, o Cosmos integral...

Cualquier persona, con cierta cultura, tendrá, por lo menos, alguna noción o elemental conocimiento de la existencia de tales escuelas, fraternidades u órdenes, algunas mejor conocidas; otras en verdad tan secretas, que su existencia ha transcurrido, desde siglos, entre los herméticos limites de sus disciplinados miembros. ¿Quién no ha oído hablar, por ejemplo, de los Hermanos Esenios, de la época de Cristo; de los Rosacruces, o Fraternidad Rosa-Cruz; de los Magos de Zoroastro, en la antigua Persia; de las Sociedades o Escuelas Teosóficas; de los Misterios de Eleusis, en la antigua Grecia; de los misteriosos Lamasterios del Tibet y de la India; o de la moderna Fraternidad Universal de Hermanos Acuarianos u Orden de Acuarius?... Pero ¿habrá muchos que puedan saber, algo, positivo, acerca de los Hermanos de la Esfinge, del antiguo Egipto, de la hermandad secreta de Antiguos Nazarenos; de los herméticos Caballeros de la Mesa Redonda; o de los invisibles Discípulos de la Gran Logia Blanca de los Himalayas...?

Mucho ha avanzado nuestra cultura en los últimos siglos. Es realmente encomiable el rápido y sorprendente desenvolvimiento de la ciencia y de la técnica, en especial lo que hemos alcanzado en las últimas décadas del presente siglo; pero ¿hemos avanzado, igualmente, en los dominios de la moral, de la ética, de la política regional o internacional, o simplemente en el desarrollo de los campos ilimitados
de la mente y del espíritu...? Y es, precisamente, en estos terrenos en los que necesita el hombre de la Tierra cultivarse, conquistar nuevos laureles, subir muchos peldaños en la Escala de la Vida, para poder conseguir la superación integral requerida para su ingreso consciente y voluntario a planos, reinos, dimensiones o mundos superiores al de la materia...

No es una discriminación caprichosa. En el Universo y en el Cosmos, nada se hace por capricho. Ya lo dijo, también, Einstein, al refutar la teoría del físico alemán Heisenberg sobre el "Principio de la Incertidumbre", que pretendía afirmar que algunos fenómenos ocurridos en los átomos eran fruto del azar. El sapientísimo padre de la teoría de la relatividad manifestó, al respecto: "No puedo creer que Dios juegue a los dados con el mundo".
Y en efecto, nada es fruto del azar ni de mera coincidencia, en el Cosmos. Fíjese bien que no decimos en el Universo, sino en el Cosmos; porque debemos entender que nos referimos al Cosmos como forma integral del Universo: Universo Físico, material, tangible, visible, audible y computable con los medios y los sentidos conocidos en un tipo de mundos como el nuestro. Y ese otro Universo Suprafísico, etérico, extrasensorial, psíquico, inmaterial para el concepto que nosotros tenemos de la materia, pero material también, desde el punto de vista de las diferentes gradaciones en que se desarrolla la Materia, desde los niveles más bajos y pesados hasta aquellos en que llega a confundirse con la Energía, en esos escalones supremos de la Vida que representan los reinos o Mundos del Espíritu, uno de los cuales es aquel al que se refiriera, varias veces, Cristo, cuando decía: "Mi Reino no es de este mundo".

Y en esos reinos, planos o dimensiones, como prefiramos llamarlos, se generan las causas de muchos efectos que, en planos inferiores tienen lugar, sin, a veces, una causa lógica aparente. Porque la lógica y la razón están subordinadas al conocimiento comprobado de los hechos. Y los hechos, o fenómenos en un mundo determinado han de suceder dentro de los límites de las fuerzas o leyes que rijan en ese mundo, para ser aceptados por la inteligencia o la conciencia común de las gentes de ese mundo. Sin embargo, en nuestro planeta abundan los casos de hechos o fenómenos realzados, en todos los tiempos y lugares, que siendo innegables, escapan a toda lógica o razonamiento, a toda comprobación con los medios científicos acostumbrados o a toda forma de análisis común o corriente. ¿Cómo explicarlos?... Ahí está el problema. Cuando la existencia de tales hechos resulta comprobada, seriamente, a veces hasta por pueblos enteros, nadie se atreve a negarlos. Ejemplos, tenemos multitud a través de la Historia y de las tradiciones aceptadas por todos los pueblos y por todos los seres humanos. Podría decirse que no hay una sola persona en la Tierra, a quien, por lo menos, no le haya ocurrido aunque sea una sola vez uno de estos hechos inexplicables. Y esto se multiplica por los millones de seres que pueblan nuestro mundo. Si esto ha sucedido, y continúa sucediendo, pese al gran adelanto de la ciencia y de la técnica actuales, sin que esa ciencia y esa técnica puedan encontrar respuesta satisfactoria al enigma planteado por uno de aquellos casos, ¿dónde hallar la solución?
Tiene que aceptarse, entonces, la presencia de causa o causas que generan esos hechos, y si tales causas han producido fenómenos de cierta magnitud, y tanto los efectos cuando las causas no tienen explicación dentro de los conocimientos de nuestra humanidad o de nuestro mundo, es forzoso reconocer que han de existir fuerzas o entidades generadoras de aquellas, por lo mismo de que la nada no genera nada, que la nada no existe en el Universo y que todo efecto, por extraño que parezca, supone una causa, y si esa causa escapa a toda posibilidad de explicación terrena, es debido a que nuestros conocimientos aún no llegaron al nivel en donde se mueven, reinan o se desarrollan tales fuerzas o entidades. En otras palabras, estamos a la puerta, o en la frontera, de esos mundos superiores a que nos venimos refiriendo, planos o dimensiones, como nos plazca llamarlos, en los que se genera o tienen su evidente expresión los múltiples aspectos de la Vida Eterna todavía incomprensibles por nosotros...

Y uno de esos planos, el más cercano, es aquella "cuarta dimensión". Viene a ser, como si dijéramos, un puente entre nuestro mundo físico y los mundos superiores suprafísicos, o planos de materia y de energía superiores a todas las conocidas por humanidades del tipo de la nuestra. La que habita en Ganímedes -ya lo hemos dicho-posee dos sentidos más, y con ellos, los medios e instrumentos para actuar, simultáneamente, en los planos inferiores y en el inmediato superior. El sexto sentido, o de la clarividencia y clariaudiencia, permite recibir, organizar y controlar, consciente y voluntariamente, la amplísima gama de fenómenos que se originan y tienen su cabal expresión en las nuevas formas que asume la materia en ese Plano, y las diferentes clases de ondas y frecuencias vibratorias que se manifiestan en el mismo. Vale decir que la Materia y la Energía ofrecen nuevos campos de experimentación y de trabajo a quienes poseen tal sentido, que, en cierto modo, es aquel "tercer ojo" del que nos han hablado antiguas escuelas esotéricas orientales. Pero ya dijimos, y debe tenerse presente, que los hombres de Ganímedes lo tienen por naturaleza. Es un sentido con órganos
fisiológicos propios y de nacimiento. Se ha dicho, igualmente, que resulta difícil explicar en lenguaje de otro mundo, realidades o fenómenos de un mundo diferente. Procuraremos ayudarnos en la tarea con ejemplos del funcionamiento de tal facultad o sexto sentido.

En primer lugar hemos de recordar que la constitución atómica y molecular de todos los cuerpos, sean elementos o compuestos, según la clasificación de nuestro mundo, alcanza niveles cada vez más sutiles y actúa dentro de la influencia de fuerzas y energías, también diferentes, en varios aspectos, a las ya conocidas por nosotros. Todas ellas son captadas por el nuevo sentido, y esto no es difícil de entender si recordamos que entre nosotros, muchas ondas visuales y sonoras escapan a los limites de nuestra vista u oído. También, toda la variedad de ondas electromagnéticas, por ejemplo, las utilizadas en la televisión o la radio, habiendo existido siempre en torno a nosotros, sólo fueron conocidas cuando se las pudo evidenciar con el descubrimiento de modernos medios e instrumental adecuados. otro ejemplo, más sencillo aún, nos lo da la fotografía con rayos infrarrojos. Sabemos cómo es imposible impresionar placas en la obscuridad; pero con la ayuda de los rayos infrarojos, que no son visibles por el ojo humano, se logra hacerlo. Igual fenómeno acontece con los rayos X. La retina es incapaz de captarlos. Pero desde su descubrimiento por Conrado Roentgen, ha sido posible ver a través de ciertos cuerpos opacos. Claro que esta visión no es absolutamente clara ni alcanza, totalmente, a la materia toda universal ni menos a la cósmica. Pero nos permite evidenciar objetos que, sin ellos, estaban fuera del alcance de nuestra vista común.

Algo parecido, en escala mucho mayor, es aquel sexto sentido, o "tercer ojo". Esta denominación, de origen oriental, no es propiamente exacta. No se trata, en realidad, de un ojo nuevo, sino de la facultad de percibir, claramente, los fenómenos, fuerzas y entidades que existen dentro de un plano en que la materia se encuentra en grados más sutiles que los conocidos en otro plano inferior de la Naturaleza, que es el nuestro. Los descubrimientos, cada vez más notables en el campo de la electrónica, de las ondas electromagnéticas y otros, en el curso de este último siglo, nos demuestran la realidad de tales fenómenos. Y si tenemos en cuenta que, a cada plano de la Naturaleza, o dimensión en la escala de la Vida, corresponden ciertos grados o limites de sutileza, frecuencias de onda o manifestaciones de tipo etérico de la Substancia cósmica Universal que interviene en las diferentes formas como se manifiesta la Vida en todos y cada uno de los planos o mundos que integran el Cosmos, podremos comprender que el problema se reduce a encontrar los medios de evidenciar tales formas de vida, como ya se ha obtenido en algunos casos, con los últimos descubrimientos, algunos de los cuales hemos mencionado.

El sexto sentido, por tanto, siendo una facultad nueva, que se manifiesta a través de todo el cuerpo, especialmente del cerebro, permite conocer la vida y los seres que viven dentro de aquellos limites, a los que no alcanzan las posibilidades materiales sensorias de un plano inferior. Así, quienes lo poseen, pueden ver a través de todas las formas de materia sólida. Las paredes, las más compactas rocas, metales, o cuanto conocemos en nuestro mundo, son como cristal transparente y limpio para ese "tercer ojo". El interior del cuerpo humano, y de todos los cuerpos, de todas las substancias y de todos los seres, es perfectamente visible, comprensible y hasta audible. Nada puede permanecer oculto a tan poderosa visión. Ni siquiera el pensamiento. Porque el sexto sentido, ya lo dijimos, puede "ver" o alcanzar a percibir no sólo todas esas nuevas formas de materia, sino hasta las fuerzas que las mueven y el desarrollo y trayectoria que éstas siguen. De tal suerte el clarividente conoce, en su amplitud (relativa, pues todo se condiciona al mayor o menor grado de potencia de dicha facultad) cuanto existe o vibra en un mundo nuevo, además del mundo físico por nosotros conocido. Y en ese otro plano, o cuarta dimensión, tienen su morada muchos seres y entidades inteligentes, no sólo de tipo humano, sino también infrahumano y suprahumano, como aquellos "espíritus de la Naturaleza" ya mencionados; y también, junto con seres angélicos de nivel superior a toda humanidad, que pueden visitarlo con frecuencia para el cumplimiento de misiones cósmicas especiales, se hallan, de paso, las almas de quienes abandonaron la Tierra al morir.
Todos estos puntos requieren una mayor explicación. Vamos a darla en un próximo capítulo. Pero antes de terminar éste, conviene exponer que tales hechos han sido conocidos y comprobados, en la Tierra, por todos los discípulos avanzados de aquellas escuelas esotéricas u órdenes iniciáticas secretas ya mencionadas. Y entre los sabios modernos más connotados, aquel gran inventor norteamericano Tomás Alva Edison, también llegó a participar, secretamente, de tal conocimiento. Antes de morir, estuvo empeñado en descubrir la forma de construir un mecanismo que pudiese evidenciar aquel plano de la Naturaleza, permitiendo comunicarnos con los muertos...

CA PI T U L O X Mundos en que no Existe la Muerte
Al finalizar el capítulo anterior nos hemos referido al propósito de Edison de lograr un mecanismo para comunicarse con los espíritus de las personas fallecidas. Tal vez lo habría conseguido; pero la muerte detuvo sus investigaciones. No obstante, su afanoso empeño en tal sentido es una demostración de que aquel sabio conocía bastante ese terreno. Y no es extraño, porque el hombre que inventara el fonógrafo, las lámparas incandescentes y más de mil otros inventos de gran utilidad para nuestra humanidad, fue miembro -en secreto como todos losdemás-de la más rígida y hermética escuela iniciática entre las mencionadas en el capítulo anterior: la de "Los Caballeros de la Mesa Redonda"...

Porque en esas "escuelas", al llegar a ciertos grados, o estados evolutivos de propia superación, los más adelantados alcanzan a desarrollar la visión clarividente, no con órganos permanentes como en la humanidad de Ganímedes; pero de manera transitoria, consciente y voluntaria, con la cual pueden, también, conocer, comunicarse y actuar, hasta ciertos limites, en esa "cuarta dimensión". Y en ella comprueban que la muerte, según la conocemos, sólo existe en mundos como el nuestro, limitados por cinco sentidos y tres dimensiones...
Para poder comprender la gran amplitud de ese complejo fenómeno de la Vida que en nuestro mundo llamamos "la muerte", es indispensable conocer una serie de factores que intervienen en su desarrollo, verdades cósmicas íntimamente ligadas al sabio proceso de la Evolución Universal, que obedeciendo a las Grandes Leyes del Cosmos, buscan facilitar el alcance de la Perfección a todos los seres que viven
y se desenvuelven en los vastos confines del Universo Integral. Como una explicación detallada del tema requeriría, por sí sola, de un amplísimo volumen; y teniendo en cuenta que tales verdades cósmicas han sido enseñadas desde antaño por todas las escuelasesotéricas ya mencionadas, existiendo una abundante bibliografía de distintas épocas para ilustrar a quienes lo deseen, nos concretaremos a presentar, ahora, un simple bosquejoesquemático, una síntesis clara pero sencilla, lo suficientemente explícita para que los profanos alcancen a tener una idea básica de los fundamentos sobre los que gira todo el proceso de la Evolución de la Vida en el Cosmos, pero sin ir más allá de los limites de un boceto elemental. Los que, después de leer esto, desearan ampliar sus conocimientos sobre el tema, pueden encontrar en todas las bibliotecas y librerías especializadas en asuntos de metafísica y ciencias esotéricas, gran cantidad de libros que se ocupan, detalladamente, de este estudio.

Debemos comenzar por enunciar (para los profanos) que en el Cosmos, o sea el Universo Integral, todo evoluciona desde los aspectos más simples, hasta los más complejos y avanzados niveles de Vida o de Existencia. En todos los reinos de la Naturaleza, y en todos los planos, mundos o dimensiones de la misma, se cumple esta eterna y gran verdad cósmica. Esta ley delUniverso tiene su máxima expresión en la sapientísima fórmula que nos legara, hace miles de años, el padre de toda la formidable cultura esotérica del antiguo Egipto, Hermes Trismegisto,uno de los grandes maestros extraterrestres mencionados en la primera parte, cuando escribió, para todas las edades: "Como es Arriba, es Abajo"... Y esto ha sido comprobado, con el correr de los siglos, por los más connotados sabios de la Tierra. Quería decir que así como la vida se manifiesta en lo más pequeño, en lo más íntimo y oculto del Universo y del Cosmos, así también actúa en lo más grande, en lo más evidente y magno de toda la Creación. Ejemplos, científicamente comprobados, existen por millares. Basta con uno solo, pero de fuerza contundente. Los átomos son verdaderos sistemas planetarios microscópicos, en donde las fuerzas y energías cósmicas y universales actúan de la misma manera que en esos otros átomos gigantescos, los magnos sistemas estelares o familias los espacios infinitos...

Y otra de esas grandes verdades eternas es que nada se destruye totalmente. La materia y laEnergía pueden manifestarse en las más variadas formas, en las múltiples fuerzas que mueven los más variados mundos y a todos los seres que ellos evolucionan. Nuestra ciencia, igualmente,ha comprobado esta otra ley universal. La Materia y la Energía pueden transformarse hasta lo infinito. Manifestarse en los niveles más distantes de la Vida, actuar y trabajar desde los aspectos microscópicos incalculables hasta las magnitudes astronómicas también inalcanzables, todavía, por nosotros... Pero jamás se destruyen totalmente; aunque en apariencia creamos que un fenómeno determinado ha ocasionado la destrucción de cierta forma de materia o de energía, la ciencia nos demuestra que sólo ha habido un cambio, una transformación, en nuevos elementos
o compuestos, en nuevas fuerzas o manifestaciones de energía, que siguen existiendo y trabajando en ese infinito e inconmensurable Sendero de la Vida...

Y la Muerte, que para los profanos de un tipo de mundos como el nuestro, ciego todavía para muchos aspectos de esa Eterna Vida, es la destrucción final, el término de la vida, es en realidad , una de aquellas transformaciones, fenómeno magistral con el que la Sabiduría Suprema proporciona al Ser las oportunidades necesarias de progresar, evolucionar desde los niveles ínfimos de primitivas existencias, hasta los más altos peldaños en esa escala que se manifestara en el sueño simbólico de Jacob, como alegoría del eterno camino de la evolución, sendero de la Vida, en que todos los seres van avanzando desde los estados más ínfimos hasta las supremas cumbres luminosas de la Sabiduría, del Poder y del Amor. Y ese progreso paulatino, ese "Largo Camino de la Evolución", no puede alcanzarse en una sola existencia. Basta mirar el mundo que nos rodea, con todas sus desigualdades, con todos sus extremos y contradicciones, con diferencias tan grandes entre unos y otros seres, para comprender que ese proceso de, superación, si es cierto, no se puede lograr en el corto lapso de una vida. Por muchos que sean los años en la existencia de un hombre, es imposible que un salvaje, como los primitivos habitantes de las cavernas trogloditas, llegue a convertirse, en tan corto lapso, en un sabio como Edison, Einstein uotros tantos, o en un santo como Francisco de Asís, pongamos por caso. Pero la misma historia nos demuestra que los pueblos han evolucionado, como evolucionaron los hombres. Y si loshombres han ido progresando desde lo tiempos cavernarios, y si la humanidad, pese los muchos defectos que aún tiene, ha llegado hasta niveles de civilización tan altos como hoy ocupa, es lógico pensar que ese proceso de superación se cumple, y si se cumple, tiene que obedecer a un plan determinado, a un sistema en que se manifiesta una inteligencia capaz de proyectarlo, y a la concurrencia de un poder suficiente para mover las fuerzas que pongan en acción tan complicado plan. Y si el plan tiene éxito, si esa humanidad va saliendo de los ínfimos niveles del salvajismo y alcanzando etapas cada vez más superadas, tenemos que aceptar que la inteligencia y el poder del proyectista han sido tan grandes como para transformar a toda una humanidad y cambiar todo un mundo.

Ahora bien, si ese proceso de superación constante, o fenómeno de evolución, vemos que se manifiesta no sólo en nuestro mundo sino en otros, como el caso que venimos estudiando en este libro, ante la innegable presencia de seres más adelantados que nosotros, tenemos quereconocer, pese a cualquier escepticismo -por consigna o por capricho-que esa inteligencia y poder de tan magno proyectista llega a otros mundos, a otras humanidades, con la misma potencia y la misma sabiduría comprobadas por nosotros. Quien ha podido planear tales procesos y realizar sus planes con los efectos que evidencia cada caso, demuestra, innegablemente, la existencia de un ser o seres capaces de dirigir y controlar la vida en cualquiera de los mundos que integren nuestro sistema solar. Tal poder y tal sabiduría, lógicamente, superan todo nivel humano... Por tanto aquel ser, al que hemos presentado en el ejemplo como "el proyectista", podemos darle cualquier nombre, sin alterar en nada la existencia de tan supremas facultades. Y nuestra humanidad, como también la de Ganímedes, lo han llamado DIOS...
En ambos mundos el concepto sobre DIOS implica la suprema sabiduría, la omnipotencia infinita, la suprema Bondad y el supremo Amor. Y ahora cabe preguntarse: Un Ser con tales atributos ¿sería capaz de hacer, a capricho, tan tremendas injusticias como nos muestran lasenormes desigualdades reinantes en la humanidad que conocemos?... ¿es posible concebir a DIOS como la Suprema Perfección, al contemplar en nuestro mundo a seres de tan distintacondición, de tan extremos y apartados medios de vida, con tan opuestas facultades: perpetuos mendigos y afortunados millonarios; ignorantes y analfabetos frente a sabios de todo tipo; criminales empedernidos y hombres o mujeres cuya bondad y altruismo alcanza a la santidad; tiranos todopoderosos y humildes siervos oprimidos... Toda esa polifacética expresión de nuestra humanidad, con sus vicios y virtudes, arrastrándose en el camino de la vida...?

Este doloroso panorama ha hecho dudar a muchos de la existencia de DIOS... Muchos ateísmos se han basado, precisamente, en el elevado anhelo de una mayor justicia, de una mejor nivelación. Y al no lograr la explicación razonable, cayeron en el rechazo de todo concepto de la Supremacía Divina y de la negación absoluta de esos mundos superiores predicados por las religiones... Pero la respuesta a sus anhelos y preguntas estuvieron, siempre, en las profundaslecciones de esas escuelas iniciáticas, tantas veces mencionadas. En las antiguas y siempre nuevas enseñanzas que, al darnos el conocimiento de otros planos, de otros mundos ydimensiones en que se desenvuelve la Vida, y todas las fuerzas y leyes del Cosmos, explican, ampliamente, el por qué de ese acertijo.

En una sola existencia no se puede dar el gigantesco salto desde el primitivo salvajismo en que estuvieran sumidos los contemporáneos del Pitecantropus Erectus, de los "Hombres de Cromagnón o del Neardenthal" hasta los de nuestro siglo XX. Esto es obvio. Pero si pensamos que un espíritu cualquiera pueda disponer de tiempo, de los siglos indispensables para el lento desarrollo de toda la conformación, fisiológica y psíquica, que vaya transformando, poco a poco, todo el conjunto para poder adquirir los conocimientos que han de convertirse luego en facultades, desde las más simples y groseras formas de pensamiento, de asimilación de experiencias y de transmutación de efectos progresivos, hasta los niveles de nuestra humanidad contemporánea,llegaremos a aceptar que ese proceso, aunque sea milenario, sí puede ser un verdadero camino de superación, comparable, dentro de la máxima hermética, al proceso cultural que sigue cualquier hombre, en el corto lapso de una sola existencia para llegar a capacitarse en determinada actividad, empleo o profesión, con miras a un mejor nivel o standard de vida. Esto significa la necesidad de aprender. Cambiar la ignorancia por el saber, por la adquisición de todos los conocimientos requeridos por la meta ambicionada. Y así, el niño ingresa en una escuela en donde adquiere, año tras año, la instrucción básica o primaria. Según sea la meta que se propone alcanzar, tendrá que seguir estudiando más o menos años, para aprender todos los cursos que la profesión, empleo u oficio pretendidos le exijan. Es el común y siempre repetido camino que todos han seguido y siguen. Y si comparamos este diario y general proceso de superación personal, en una simple existencia, o sea en lo pequeño, con la evolución progresiva que pueda transformar a ese salvaje cavernario en un sabio del siglo XX, pongamos por caso, estamosenfocando, en realidad, los amplios y profundos alcances que en este campo tiene aquella sabia fórmula de Hermes: "Como es Arriba, es Abajo". Para obtener los conocimientos necesarios relativos a una determinada actividad, en el corto lapso de una "encarnación" (o manifestación de la vida del espíritu dentro de cierto límite de tiempo, en un determinado espacio y forma de materia) pueden vastar los años que dure esa existencia. Pero si pensamos en la Sabiduría Absoluta, en el Poder Supremo Universal y en la Perfección, que es la meta macrocósmica del Ser Humano, hemos de comprender que
sesenta, ochenta, cien o más años son muy pocos para poder conocerlo todo, adquirir la absoluta experiencia de todo el Universo Integral... los más sabios, entre todos los sabios de la Tierra, conocen muy bien cuánto les falta aún por aprender con sólo referirnos a los límites de nuestro sistema solar... Si recordamos que nuestro sistema planetario es nada más que uno de los muchos millones de sistemas que forman el conjunto de astros de una sola galaxia: nuestra Vía Láctea. Y que igual sucede en los miles de galaxias y nebulosas ya conocidas por la Astronomía, tenemos que rendirnos a la evidencia de que por mucho que se haya avanzado y se avance en la ciencia de este mundo, siempre hay y habrá un "más allá", porque sólo somos como una pequeña gota de agua en ese océano inconmensurablede la Vida que es el Cosmos... Y para llegar, por lo menos, a conocer todo lo referente a nuestro pequeño sistema planetario ¿cuánto nos falta aprender todavía, pese a los milenios con quecuenta nuestra civilización? ¿cuántos millones y millones de años necesitaremos, si pretendemos extender nuestra sabiduría hasta los insondables límites de nuestra "Vía Láctea", o de las demás galaxias cuya presencia nos muestran los más modernos telescopios electrónicos...?

Pero la existencia de ese otro mundo habitado, la sabiduría alcanzada por los hombres de Ganímedes, y sus periódicas visitas a la Tierra, vienen hoy a demostrar muchas de las grandes verdades cósmicas que, desde antaño se enseñara en el seno de aquellas fraternidades ocultas, de esas "escuelas esotéricas" a que nos hemos referido. Y una de las más comunes lecciones, la que podríamos llamar piedra fundamental de toda esa enseñanza, es la "Ley Cósmica de la Evolución Progresiva" de todos los seres y de todos los mundos, planos y dimensiones, en un eterno proceso hacia la Perfección Absoluta... Y como esto no lo puede lograr, nadie, en una solaexistencia, llegamos al punto de explicar, también, cómo se desarrolla el proceso dentro de los Planes Cósmicos, o Divinos, para dar a todos, sin excepción, las oportunidades que requiera ellargo peregrinaje a través de todo el Universo, hasta conquistar las cumbres gloriosas de la Luz, de la Verdad y de la Vida... El desarrollo de tal proceso nos enfrenta con otra de las grandes verdades cósmicas: La de la pluralidad de existencias o "Ley de la Reencarnación".

Para comprenderla, vamos a usar, de nuevo, el ejemplo de los estudiantes comunes de los centros de instrucción repartidos en todo nuestro mundo. Según sea la meta que se propone un estudiante, así ha de ser el tiempo que le demande el aprendizaje de los cursos requeridos, y la práctica o experiencia que los capaciten, eficientemente, en la actividad escogida. Esos cursos y esa experiencia le han de tomar determinado tiempo. Más o menos años, según sea la importancia de los conocimientos necesarios y su aplicación al trabajo propuesto. Cada año de estudios, en este símil de la vida diaria, podemos compararlo, en la escala cósmica y en laproporción que la fórmula de Hermes nos indica, a una "encarnación" en determinado mundo. Vale decir al curso de una existencia, en determinadas condiciones de vida, para adquirir losconocimientos necesarios, o experiencia, acerca de esa forma de vida, de ese tipo de mundo o ambiente, dentro de los límites calculados por el volumen y calidad de las lecciones que se deba aprender, todo ello enmarcado entre las medidas de tiempo, espacio, materia y energía que constituyan el "programa de estudio", comparable al volumen de cursos que lleva en determinada clase y tiempo el estudiante de la vida diaria común. Así como éste, si atiende sus lecciones y trabaja con esmero, logra aprobar sus cursos y puede pasar, el próximo año, a una clase superior, o si es flojo, despreocupado y no estudia, será aplazado, tantas veces cuantas falle en el debido aprovechamiento; de igual modo, en esa Gran Escuela de la Vida que es el Cosmos, todos los espíritus tienen que afanarse por aprender, avanzar y superarse en procura de niveles cada vez mayores, en todas las actividades, en todos los campos del saber y del actuarcon eficiencia. Como el estudiante del ejemplo chico, si aprovechan bien su tiempo, ello les representará un progreso cada vez más sólido, más elevado, más noble y poderoso, a medidaque vayan subiendo los peldaños de la simbólica "escala de Jacob". Si cumplen a la perfección un "programa de estudios" (valga la expresión), pueden pasar a otro programa superior, como el alumno que aprobó sus exámenes. Pero si ha fallado en algunos puntos, o en todos, tendrá que repetir, tantas veces como sea necesario, porque en esa "Escuela de la Vida" que es el Cosmos no se puede engañar ni escudarse en "padrinos" o en "varas" complacientes. Cada uno es el único responsable de su triunfo o su fracaso...

"A la atención de la tripulación de tierra"


http://paragarcia.blogspot.com/
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Dr Quantum - Experimento Doble Ranura

El experimento de la doble ranura de la mecánica quántica con subtítulos en español.

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Enviado por el compañero "Antonio Perez"
Realismo Fantástico

"No nos lo creemos todo, pero creemos que todo debe ser examinado." Pauwels y Bergier

http://coleccionrealismofantastico.blogspot.com/2010/09/los-20-libros-que-necesitan.html