Apiterapia España Directo TVE1
APITERAPIA: mi experiencia personal
Este vídeo corresponde a la entrevista que me hicieron en Aragón Televisión (junto a Carlos, apicultor de Ejea de los Caballeros –Zaragoza/España- donde tiene su empresa “Abejas del Prepirineo”) relativa al tratamiento que había recibido de apiterapia, y con el que conseguí una espectacular curación de los problemas en mi espalda, tras haber llegado a estar prácticamente inválido. (Más información en www.apitox.eu)Se realizó la entrevista en marzo del 2007, menos de un año después de haber...
Ver también
www.apitox.eu
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Situación actual del tratamiento de enfermedades
con la Apiterapia
Fuente pdf AQUI
Pedro Pérez Gómez – Apiterapia España, agosto de 2003
Apiarios La Rinconada http://apicultura.port5.com Página 1 de 1
Situación actual del tratamiento de enfermedades
con la Apiterapia
Artículo armado especialmente para Apiarios La Rinconada por Pedro Pérez Gómez - Apiterapeuta
Alcalá de Henares (Madrid) - España
www.curandote.com
Cuando, hace 23 años, mi maestro de apicultura D. Antonio
de Pedro me daba mis primeras nociones de apicultura, me
dijo que, además de que iba a tener buena miel, que era
entonces mi objetivo, iba a disfrutar de buena salud, pues,
según me dijo, "es sabido que entre los apicultores no hay
"ciática", ni lumbago". Esta afirmación era más válida para
entonces que para ahora.
Actualmente muchos apicultores sufren de lumbago, lo cual
es paradójico, ya que el lumbago realmente se cura con
picaduras de abeja fundamentalmente empezando por la
zona dolorida. Lo que ocurre es que antes ser apicultor
significaba vivir una vida más saludable y ahora ya no lo es
tanto. En la actualidad, utilizar la picaduras de abeja para curarse suena algo extraño, pero no es
una terapia nueva, ni mucho menos. Y es, además de natural, muy eficaz.
Un poco de historia
Es más que probable que los chinos descubriesen la acupuntura a través de las picaduras de
abeja. Uno de los hechos que más sorprenden a las personas que reciben tratamiento con
apiterapia (picaduras, miel, polen, jalea real y propóleos) es cuando, en una fase ya avanzada,
perciben el recorrido del meridiano de acupuntura o la comunicación entre diferentes puntos, al
recibir una picadura de abeja. La percepción de nuestro propio cuerpo, de nuestra propia energía es algo que prácticamente hemos perdido. Cuando la energía vuelve a circular como
consecuencia de las picaduras de abeja, volvemos a sentirla. No es de extrañar que los primeros
acupuntores observasen esto en su propio cuerpo y luego lo pusiesen ellos en práctica con otros
materiales, hasta llegar a las actuales agujas de acupuntura.
También los primeros recolectores de miel, aquellos que aparecen dibujados en las cuevas
prehistóricas, notarían que, al recibir los picotazos de las abejas mientras recolectaban la miel de
las abejas silvestres, se les aliviaban algunos dolores que siempre han acompañado al ser
humano. Esta observación se ha ido transmitiendo de apicultor a apicultor, de padres a hijos, a lo
largo de los siglos. Y es muy conocido, entre ellos, que las picaduras curaban la artritis. Pero,
hipnotizados como hemos estado hasta hace poco tiempo por los medicamentos modernos, se les
miraba como si dijesen la mayor tontería del mundo. "Cosas de viejos".
Pero la apiterapia (picaduras, miel, polen, propóleos, jalea real) no es algo nuevo. Ya Hipócrates
(el padre de la medicina occidental) trataba su reumatismo con el veneno de abeja y el
emperador Carlomagno (siglo VII d.C.) lo utilizaba para sus ataques de gota y en la Biblia
también se menciona.
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Aunque el comienzo de la apiterapia moderna puede
situarse alrededor de 1.935, año en el que fue
publicado por primera vez el libro del Doctor Bodog
F. Beck, Bee Venom Therapy (Terapia con Veneno
de Abeja) y que ha sido reeditado recientemente en
Estados Unidos, y que es todavía el mejor libro
escrito sobre el tema.
Poco a poco se ha ido redescubriendo la eficacia de
esta terapia. Marz notó como algunos puntos
dolorosos eran buenos lugares para poner las
picaduras, produciendo mejores resultados. Más
tarde Amber Rose de Maryland (USA) relacionó
estos puntos con los puntos de acupuntura que
3.000 años atrás ya habían encontrado los
apipuntores chinos.
Personalmente descubrí hace 23 años que las
abejas pican en determinados puntos que ellas "eligen". Si ponemos a una persona con la zona
lumbar al descubierto y el resto del cuerpo protegido, frente a una colmena, observaremos que
algunas abejas se posan en la espalda y que unas pocas se pondrán nerviosas al pasar por
algunos puntos. Excitadas clavan su aguijón en ellos. Esto puede ser debido a que reciben una
descarga de energía concentrada en exceso en esos puntos y simplemente se defienden. Otros
dicen que puede ser debido a la presencia de iones positivos. En cualquier caso, esto es lo que
ocurre. Aumentando el beneficio de la picadura y acortando el proceso curativo. Por supuesto,
ponerse delante de una colmena no es algo que deba hacer todo el mundo, porque aunque las
abejas, en general, no atacan si no se las provoca, pueden tener días peores, por ejemplo por la
proximidad de una tormenta. Es necesaria la presencia de un profesional que conozca bien a las
abejas y sus comportamientos.
Es curioso como incluso poniendo una abeja sujeta por una pinza en zonas doloridas, ellas no
pican si no es "el sitio". Cuando se las mueve a otro lugar del cuerpo y reciben esa descarga, no
tardan en defenderse y clavar el aguijón. Parece ser, según relata el Dr. Jesús Orbegozo de
Seattle, WA, USA. que en una visita que realizó a Perú durante 6 meses recibió información en la
Universidad de Perú sobre la práctica por parte de los indios peruanos de esta misma técnica.
Describe que tenían colmenas especialmente diseñadas para este propósito. Los indios decían
que las abejas "sabían" dónde picar. Así pues, "no hay nada nuevo bajo el sol".
En la actualidad hay diferentes investigaciones en este terreno dirigidas a la extracción del
veneno de abeja para su aplicación posterior.
También hay varias investigaciones dirigidas a la aplicación de este extracto, en la Esclerosis
Múltiple, debido a los buenos resultados obtenidos con la picadura directa. En Estados Unidos ya
hay más de 10.000 personas utilizando esta terapia para la E. M.
Algunos componentes del veneno de abeja
¿Cómo algo que duele tanto puede curar otro dolor?, se puede preguntar uno. Pero es lo que
realmente ocurre. Ya hay suficientes investigaciones que han comprobado a qué se deben estos
efectos.
Melitina:
· Es el responsable del dolor y el picor en el veneno de abeja.
Mano picada por abeja
Pedro Pérez Gómez – Apiterapia España, agosto de 2003
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· Tiene poderosas propiedades bactericidas y citotóxicas.
· Produce los síntomas de inflamación a través de liberación de histamina.
· Estimula la pituitaria para liberar ACTH, que estimula las glándulas suprarrenales para producir cortisona, responsable de la respuesta del cuerpo para la autocuración.
· Es 100 veces más potente como antiinflamatorio que la hidrocortisona en pruebas realizadas en
ratas con artritis (Nature, Nov. 1.974).
Péptidos (Mast Cell Degranulating Peptide) :
· Lleva a la liberación de histamina que produce los síntomas de inflamación (hinchazón, picor,
enrojecimiento, calor).
· Incrementa la memoria reciente en ratas (test del laberinto).
Apamina:
· Bloquea los canales Ca+ dependent K+
· Refuerza la transmisión sináptica a largo plazo.
· Acorta la duración del potencial de actuación de un nervio.
Hialuronidasa:
· Disuelve el ácido hialurónico que conecta las células, haciendo así más permeable el tejido o el
espacio extracelular. Esto facilita el transporte de las sustancias curativas y a la eliminación de
los desechos o de las sustancias tóxicas del área dañada.
Dopamina (neurotransmisor):
· Es un neurotransmisor que aumenta la actividad motriz. Es deficiente en pacientes con
Parkinson y excesiva en pacientes sicóticos tratados con medicamentos neurolépticos. La
Dopamina junto con la Serotonina y otras catecolaminas están implicadas como factores en las
depresiones.
Adolapina:
· Tiene un efecto analgésico.
Alergia y Test de alergia
La única contraindicación del veneno de abejas, si no se usa en combinación con otros
medicamentos, es la reacción alérgica. No obstante, el porcentaje de la población alérgica al
veneno de abeja es muy bajo. Estadísticas recientes realizadas en EE UU indican que el 1 - 2%
de la población es hiperalérgico o "alérgico exagerado" a los himenópteros: avispas, abejas, etc.
No hay que confundir la reacción alérgica con la lógica hinchazón local y enrojecimiento típicos de
una picadura de abeja.
La reacción alérgica o anafilaxis presenta los siguientes síntomas: Picor abundante en diferentes
partes del cuerpo, incluidas las palmas de la mano y el cuero cabelludo y enrojecimiento de otras
partes de la piel diferentes del lugar de la picadura. Llegados a este punto la reacción no es aún
peligrosa, pero si esta reacción continúa y se encuentra dificultad para respirar y ocurre una
bajada de tensión estamos ante el llamado shock anafiláctico. Esto ocurre entre los 5 o 10
primeros minutos después de recibir la picadura. Es conveniente entonces acudir a un centro de
urgencias o utilizar el medicamento apropiado (normalmente derivados de la cortisona, como el
conocido Urbason), si se dispone de él. Para evitar esta posible reacción, en apiterapia se realiza
previamente un Test de alergia. Hay diferentes formas de hacerlo. Una de ellas consiste en
inyectar una pequeña cantidad del veneno a la persona que se va a testar y ver si hay una
reacción ligeramente desproporcionada. Si no es así, se procede a la utilización de más
picaduras. En caso contrario hay que realizar un procedimiento de inmunización, semejante al
que de una manera natural reciben los apicultores en su práctica diaria.